Algo se mueve desde hace tiempo, voces
frescas se hacen escuchar en las Asambleas de Presidentes, políticos de todo
pelo que interesadamente o no, se interesan por nuestro mundo. Una nueva
directiva del Gremio de Artistas irrumpe en escena con aires de renovación. La
Federación I+G le pide pública y descaradamente a JCF que pierda el miedo a la
transparencia en sus concursos.
Y por fin la Interagrupación, se posiciona
con el sentir de sus Fallas Federadas y solicita la celebración del tan
esperado Congreso Fallero. Dicen que hasta lo de elegir nosotros mismos a
nuestros representantes, es un tema que caerá por su peso, que antes de lo que
nos pensamos, lo conseguiremos.
Con este optimismo, acudo anoche a la Junta
Directiva de mi Falla (una de tantas: ni mejor ni peor, ni más pequeña ni mas
grande, una Falla más de las trescientas ochenta i tantas), reunión convocada
con el único punto en el orden del día de ajustar el
presupuesto a estos momentos difíciles en los que la situación laboral de
nuestro país, nos está haciendo a las Comisiones tantísimo daño, no solo por la
parte económica, sino porque, además, nos quedamos sin compañeros de trabajo,
de alegrías, de sinsabores… vemos como se tienen que ir de nuestro lado
verdaderos Falleros de vocación.
Se abre el debate, comienzan los recortes a
lo “Mariano”, hay partidas innegociables como la carpa que se ha convertido en
La Meca del Remember y el vaso de
plástico en las noches de Fallas. Ni oír hablar de cambio de marcas en las
bebidas por mucho ahorro que suponga.
A pesar de todo, el tesorero plantea
soluciones para acabar el ejercicio con decoro, y todos, misteriosamente, nos
vamos poniendo de acuerdo. Parece que que algo está cambiando también en las
Comisiones!!.
Y al final, inesperadamente, se plantea
un tema que me devuelve a la realidad, que no me deja dormir, que me lleva a
escribir este artículo:
Alguien propone bajar la partida que
gastamos en vigilar nuestras Fallas, vigilancia que consiste, como en muchas Comisiones, en un matrimonio que pasa
necesidades económicas severas y que por 50 pavos diarios se turnan las 24
horas del día cuidando nuestros monumentos.
Se vuelve a generar debate: se alzan
voces cual señoras del Ensanche en mesas petitorias, o con la generosidad de acudir
al Rastrillo fantástica al salir de la peluquería. Se pide que no se les baje
la donación apelando al frio y las penurias que pasan durante cinco días y
cinco noches. Parece que de acuerdo pero….. en ese momento salta la Del. de
Infantiles en pleno y propone: “no hace
falta gastarnos dinero en vigilar
las Fallas, cuando pase el jurado quitamos los muñecos que quieran las Falleras
Mayores y ya está…. Total es pá quemarlo”.
Esto
me hace ver la realidad de nuestra Fiesta, y que no servirá de nada el Congreso
que vamos a celebrar. Y que me da igual que se manipulen los concursos, las elecciones
a Cortes o lo que al Paco de turno le venga en gana !!!
Yo viví con el Artista, incluso antes de
que quemar la Falla del año pasado, la ilusión por ese proyecto. Celebré cuando
pudo cuadrar su planificación para hacernos una vez más nuestra Falla. Me
brillaban los ojos al descubrir los primeros dibujos. Pasé con él tardes de
Agosto en el taller cuando nadie se acuerda de estas cosas. Me siento su cómplice
en sus éxitos y en sus malos momentos. Me constan sus
dificultades para cubrir el ejercicio económicamente sin que le cueste la
pasta. Es el gran perjudicado por la canallada de los asalta caminos que han grabado
su Arte con el 21 % de IVA. Ahora, cuando el frio invade el taller estoy seguro
que él estará allí, sin escatimar esfuerzos para que su obra este perfecta a
las 8 de la mañana del día 15 de Marzo para disfrute de niños y mayores.
Pero cuidado, que si hay suerte, a las 10
habrá pasado el jurado, quitaremos los muñecos que se han “pedido”, y ya no
tendremos que cuidarla más, podremos “disfrutar las Fallas como toca!!!”
Afortunadamente la propuesta no prosperó,
pero ahí quedó, en el aire de un Casal de esos de la clase B que son la mayoría.
Son momentos que te hacen pensar que hemos
avanzado poco, que algo no estamos haciendo bien. Y que en las Directivas de
las Comisiones se seguirán oyendo frases de esas: “Total es pá quemarlo”
Por eso mi pregunta: Congreso….. y a quien
le importa ???.
Manuel Jorge.
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